jueves, 19 de abril de 2012

Gargantas del Río Verde.

Un sendero sinuoso nos transporta, en ruta descendente, desde terrenos de media montaña del extremo oriental de la sierra de la Almijara (Granada), hasta llegar a los arroyos y cañones kársticos más atractivos de Andalucía, los cuales van conformando el nacimiento del río Verde.


Durante la ruta pudimos disfrutar de transparentes pozas de agua y espectaculares vistas panorámicas del macizo de La Almijara, que contiene una importante población de cabra montés.


Para llegar desde Granada al punto de partida debemos tomar la antigua carretera de Almuñécar (A-4050. Granada-Otívar-Almuñécar) conocida popularmente como carretera de la Cabra. El sendero se inicia en el kilómetro 31,1. Hay un panel informativo del Parque Natural de Tejeda, Alhama y Almijara. Cerca encontramos varias explanadas para aparcar.


NOTA: si no se quiere volver al punto de partida (con un fuerte desnivel en ascenso) y proyectamos hacer la travesía completa, debemos dejar primero algún vehículo en el llamado puente de Hierro de la finca de Cázulas. Esta propiedad, cuyo acceso está unos 12 kilómetros más abajo en dirección a Otívar, cobra un peaje de 5 € por persona y por coche (abril de 2012). Si no está el guarda en la garita de acceso se debe llamar a los teléfonos 680493629 y 680493607; acuden enseguida a abrir las verjas y cobrar el peaje.


Iniciado el recorrido dejamos a nuestra espalda unas peñas llamadas Poyos del Pescao; junto a ellas circulaba una antigua senda por la que los pescadores de la costa llevaban sus productos a Granada. Observamos lo espaciado de los árboles debido a antiguas talas y a los incendios forestales.



Poyos del Pescao.




Poyos del Pescao.






Poyos del Pescao.






Bosque en regeneración tras un incendio forestal. 




Bosque en regeneración tras un incendio forestal.






La senda está bien marcada y balizada.




 Los Poyos del Pescao sobre la carretera de la Cabra.









Barrancos de la Almijara a los que debemos descender.












Iniciamos un continuo descenso hacia el barranco de los Chortales. Al llegar al mismo nos encontramos con un salto de agua conocido como chorrera de los Palos o cascada de los Árboles Petrificados. Observaremos algunos troncos encallados y mineralizados por acción de la toba caliza. Con buen tiempo es un auténtico placer nadar en la poza de la base de la cascada; a su derecha encontraremos una pequeña cueva con hermosas formaciones.



Chorrera de los Palos.




Chorrera de los Palos.






Troncos petrificados.




Chorrera de los Palos.






Chorrera de los Palos.



















Siguiendo el sendero  balizado atravesamos una pista (acceso para los practicantes de barranquismo) y dejamos a nuestra derecha un conjunto de saltos de agua conocidos como cascadas del barranco de Funes.



Cascadas de Funes.




Cascadas de Funes.




Cascadas de Funes.




Cascadas de Funes.



Cascadas de Funes. Palmito.



Cascadas de Funes.









Flor de jara blanca.




Pozas transparentes que invitan al baño.



















































Desde el barranco de las cascadas de Funes el arroyo recibe el nombre de Las Cabrerizas. En un momento dado se acaba la senda balizada por la administración del parque natural. A partir de aquí no hay señales salvo algún hito y alguna marca de pintura. La senda sube y baja para franquear algunos pasos estrechos y cruza varias veces el arroyo mediante algunos puentes colgantes. Hace unos años una riada se llevó algunos de ellos; actualmente sólo quedan dos; el franqueo del río se hace sin excesiva dificultad mediante algunos vados fáciles de encontrar, salvo con lluvias torrenciales. También se han habilitado algunos miradores.



























Mirador.














Vadeando el arroyo de las Cabrerizas.



Finalmente al arroyo de las Cabrerizas se une con el arroyo del Nacimiento en el lugar llamado Las Juntas. Ortodoxamente, a partir de aquí es cuando podemos hablar de río Verde. Vadearemos ambos arroyos para acceder a un carril. Observamos una pequeña represa de la toma de un canal. Si remontamos un centenar de metros el arroyo del Nacimiento veremos los estragos causados por las riadas.



Arroyo del Nacimiento.




Arroyo del Nacimiento.


El río Verde se encaja en un estrecho desfiladero en cuyas paredes observaremos bellas y espectaculares formaciones de toba.
Tras unas cinco horas de periplo (dependiendo de las paradas efectuadas) llegaremos a la salida de la garganta y el puente de Hierro, donde encontraremos los vehículos que hemos bajado previamente.



Formaciones de toba.



















Formaciones de toba.




Formaciones de toba.
























10 comentarios:

  1. Buen reportaje Antonio con unas fotos fabulosas, por fin te has quitado la espina del Río Verde.

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    1. Sí, Miguel. Sabes que llevaba años detrás de esta ruta. Afortunadamente todo llega.

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  2. ¡¡Un lugar extraordinario que me ha encantado conocer!! Sin duda intentaré hacer esta ruta que desconocía. Gracias por compartirla. Un saludo.

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    1. Un placer, Eloy, el haberte puesto en conocimiento de esta espléndida ruta que tienes a un tiro de piedra. Así funcionan las cosas: a mí también alguien me metió el gusanillo y luego me documenté y pregunté para poder hacerla. Salvo la combinación de coches, que es un tanto engorrosa por la distancia entre los puntos de partida y llegada, la ruta es muy asequible para un caminante medio.

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  3. Bellísimo lugar, hermosas fotos!

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  4. Ilustrativo y relajante; otoñal soplo de primavera; travesía de enjuagues de luz y verde, de tobas blancas y tibios pardos, de naturaleza sencilla y rojo candor. Con gran facilidad das un aire suave y mate a esta ruta del ocre al verde oliva... gracias, Antonio, por traerle un trocito de la España entrañable, esa que se puede guardar en un riconcito del corazón, a este humilde expatriado.
    Gran reportaje. ¡¡Un saludo!!

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    1. Gracias, Mane.
      Ahora te toca sufrir y disfrutar (espero que el balance sea muy positivo) otras latitudes. A vuestro regreso tenéis una ruta más que te recomiendo vivamente. A apuntar en la interminable lista de excursiones pendientes.
      Un abrazo transoceánico.

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  5. Preciosa caminata, Antonio; esas pozas y cascadas son aunténticas delicias fotográficas que me hacen fantasear. Queda apuntada en ese 'saco' de rutas futuribles que todos tenemos y cuyo abultado contenido es inversamente proporcional al tiempo del que disponemos. Un abrazo.

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    1. Raúl, no tienes excusa. Te espera el río Verde a poco más de hora y media de tu casa. Será un auténtico placer ver fotos de una extraordinaria calidad, como nos tienes acostumbrados. Además, el agua en movimiento es una de tus especialidades.
      Un abrazo.

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